Virgen María…Varias reflexiones

 

 
 
 
 
 
 
Las 15 Promesas de Nuestra Señora
 

1) A todos los que recen devotamente mi Rosario, prometo mi protección especial y muy grandes gracias.

2) El que persevere en el rezo de mi Rosario recibirá alguna gracia insigne.

3) El Rosario será una defensa muy poderosa contra el infierno; destruirá los vicios, librará del pecado, disipará las herejías.

4) El Rosario hará florecer las virtudes y las buenas obras y obtendrá a las almas las más abundantes misericordias divinas; sustituirá en los corazones el amor del mundo con el amor de Dios y los elevará al deseo de los bienes celestiales y eternos. ¡Cuántas almas se santificarán por este medio!

5) El que se confíe en mí con el Rosario no perecerá.

6) El que rece devotamente mi Rosario, meditando sus misterios, no se verá oprimido por la desgracia. Si es pecador, se convertirá; si es justo, crecerá en gracia y tendrá la recompensa de la vida eterna.

7) Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin los Sacramentos de la Iglesia.

8) Los que recen mi Rosario encontrarán durante su vida y en la hora de la muerte la luz de Dios, la plenitud de sus gracias y participarán de los méritos de los bienaventurados.

9) Libraré muy prontamente del purgatorio a las almas devotas de mi Rosario.

10) Los verdaderos hijos de mi Rosario gozarán de una gran gloria en el cielo.

11) Lo que pidáis mediante mi Rosario, lo obtendréis.

12) Los que propaguen mi Rosario serán socorridos por mí en todas sus necesidades.

13) He obtenido de mi Hijo que todos los miembros de la Cofradía del Rosario tengan por hermanos durante la vida y en la hora de la muerte a los santos del cielo.

14) Los que rezan fielmente mi Rosario son todos mis hijos muy amados, hermanos y hermanas de Jesucristo.

15) La devoción a mi Rosario es una gran señal de predestinación.

(Nuestra Señora a Santo Domingo y al Beato Alano)

 

  

 

 

 

 

 

 
 
María, una eterna juventud

Fuente: Catholic.net
Autor: Antonio Orozco

¿Cuántos años tiene hoy la Virgen? Dos mil…… y muchos. No le importa -al contrario- que sus hijos le recordemos que cumple tantos. Para nuestra Madre el tiempo ya no pasa, porque ha alcanzado la plenitud de la edad, esa juventud eterna y plena que se consigue en el Cielo, donde se participa de la juventud de Dios, quien, al decir de San Agustín, «es más joven que todos»1, porque es inmutable y eterno, ¡no puede envejecer! ¡No tiene barbas blancas, por más que la imaginación acuda a ellas para representar la eternidad!.

Si Dios hubiera comenzado a existir, ahora sería como el primer instante de su existencia. Pero, no. Dios no tiene comienzo ni término, «es» eternamente, pero no «eternamente viejo», sino «eternamente joven», porque es eternamente Vida en plenitud. Él es la Vida.

Como María es la criatura que goza de una unión con Dios más íntima, es claro que también es la más joven de todas las criaturas, la más llena de vida humana y divina. Juventud y madurez se confunden en Ella, y también en nosotros cuando andamos hacia Dios que nos rejuvenece cada día por dentro y, con su gracia, nos inunda de alegría. Las limitaciones y deterioros biológicos han de verse con los ojos de la Fe, como medios para la humildad que nos dispone al gran salto a la vida plena en la eternidad de Dios.

Desde su adolescencia –y quizá antes-, la Virgen gozó de una madurez interior maravillosa. Lo observamos en cuanto aparece en los relatos evangélicos, «ponderando» todas las cosas en su corazón, a la luz de su agudo entendimiento iluminado por la Fe. Ahora posee la madurez de muchos siglos de Cielo -casi veinte-, con una sabiduría divina y una sabiduría materna que le permite contemplarnos con un mirar profundo, amoroso, recio, tierno, que alcanza los entresijos de nuestro corazón, nos conoce y comprende a las mil maravillas, mucho más que cualquier otra criatura.

Ella es -después de Dios- la que más sabe de la vida nuestra, de nuestras fatigas y de nuestras alegrías. Por eso la sabemos siempre cerca, muy cerca, muy apretada a nuestro lado, confortándonos con su sonrisa indesmayable, disculpándonos cuando nos portamos de un modo indigno de hijos suyos. Sus ojos misericordiosos nos animan -qué bien lo sabe- a ser más responsables, a estar más atentos al querer de Dios.

Comprende también ahora que no hallemos palabras adecuadas para expresarle nuestro cariño. Le bastan nuestros deseos grandes, nuestros corazones vueltos hacia el suyo, nuestra mirada en la suya y nuestros propósitos -firmes y concretos- de tratarla más asiduamente y quererla así cada día con mayor intensidad.

 
 

Dios te bendiga

Galilea

 

 

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3 Responses to Virgen María…Varias reflexiones

  1. Unknown says:

    si te ame esporq yo nunca te voy a olbidar
    de ti porq tu me amas madre

  2. DLC says:

    En la Biblia tambien dice: "Y una gran señal aparecio en el cielo: Una mujer vestida del sol, con una corona de doce estrellas sobre su cabeza…"

  3. Javier says:

    Nada, ni nadie nos hara dudar nunca que sobre el amor nadie vuela mas alto. Y en el infinito solo el amor, exite sin barreras como cuando miramos la paz del firmamento estrellado que ilumina las noche mas oscura con una luz de amor y regocio JS. Gracias a la compañia espiritaul de lo mas sagrado elevo el amor de la virgen madre querida, de el hijo Jesus y el padre en todo presente fuerza de AMOR para todos y doy garcias hoy y todos los dias por el conocimeinto de que el pecado tambien me educo lo malo me mostro el camino y vi la luz senti el amor en mi pecado nuca me malto Dios solo el y todo lo que con amor engendro. Gracias Dios mio por estar para mi y para todos nosotros que del dolor salimos caminando hacia la luz de la verdad y la esperanza El AMOR. Javier Sanchez

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